Después de soperar los pros y los contras y en estrecha coordinación con las madres colaboradoras, decidimos realizar en nuestra clase un postre típicamente navideño: Pestiños.
Anteriormente a la realización de la actividad, trabajamos en clase las normas de higiene y seguridad que iban a marcar nuestra labor: lavado de manos nada de tocarse la nariz ni la boca (no sé si lo conseguimos,jejeje),no tocar el suelo ni otros objetos, vestimenta necesaria, peligros de cocinar con aceite, etc.. En este aspecto hay que señalar que el comportamiento de todos los niños/as fue impecable, tiendo en cuenta que la elaboración de esta receta se alargó muchísimo.
El día señalado comenzamos la sesión con la lectura de la receta propuesta y presentación de los ingredientes necesarios y con su manipulación y en algunos casos degustación, para continuar escribiéndolos en la pizarra.
Posteriormente cambiamos la organización de nuestro aula para crear 4 grupos que estarían bajo la supervisión de una madre y una zona dedicada a la colocaciòn de la freidora a la que sólo tendrían acceso las madres.
Después nos lavamos las manos concienzudamente y nos colocamos nuestros delantales y gorros de cocina hechos para la ocasión por las madres.
Lo que viene después... pues qué os voy a contar, lo que más les gusta a ellos/as... mezclar, pringranse,golpear, amasar, modelar, reírnos, etc; eso sí, no sin contratiempos (no pudimos calentar el vino en el microondas, la primera freidora no estaba operativa, hicimos masa para alimentar a un regimiento...).
Luego sólo nos quedaba limpiar bien nuestra clase y escribir nuestra receta. Esto último no lo pudimos realizar todo lo bien que me hubiera gustado, debido a la falta de tiempo y al cansancio acumulado por la elaboración de los pestiños.
Al día siguiente, tuvo lugar la función de navidad del cole y una vez que terminó invitamos a las familias a degustar los postres que elaboramos en el ciclo de Infantil. Quizás nuestros pestiños no fueron los que más aceptación tuvieron (es imposible competir con el chocolate en igualdad de condiciones) pero para mi gusto y sin menospreciar los postres elaborados por las otras clases, eran los genuínamente navideños. Con los pestiños que sobraron los fuimos repartiendo entre los alumnos/as de Primaria y los maestros/as que dieron buena cuenta de ellos (hasta el Director los probó).
Este segundo trimestre, pretendemos seguir trabajando las recetas pero centrándonos en su utilidad como texto social. Veremos hasta donde llegamos.
Un saludo.
