Ya hemos vuelto de nuevo a las clases, aunque un poco antes de lo normal y con los consecuentes problemas que acarrea: aula sin organizar del todo, materiales desubicados, etc... Estos dos primeros días hemos estado organizando los materiales en nuestra nueva aula (nos hemos cambiado al otro ala del edificio), decidiendo cuales guardamos y cuales colocamos y sus normas de utilización.
Para mi, como maestro, es la primera vez que continúo con un mismo grupo de alumnos/as, lo que supone una facilidad a la hora de volver al trabajo pues nos conocemos y la metodología no variará sustancialmente. Sí es verdad que el trabajar por proyecto conlleva un cambio a la hora de afrontar la labor pedagógica y vamos a tener que aprender a manejar nuestro nuevo barco en estos mares desconocidos en los que nos adentramos (con maravillosos descubrimientos, esperamos).
También tenemos caras nuevas en nuestro grupo: Dayron, Hiba, Javi, Sonia, Aarón y Cristian. Desde aquí le damos una calurosa bienvenida a nuestra clase y a su nuevo cole. Por otro lado, nuestro compañero Nathan parece ser que ha vuelto a su tierra natal; aprovecho para mandar un saludo y un beso a él y a sus padres de parte de todos/as. También nos acordamos de Rául y de Berna que cambiaron de cole a lo largo de anterior curso, sin embargo, alguno los nombró en el primer día cuando repartimos nuestros nombres para pasar lista.
Como sé que os gusta las frases ocurrentes de vuestros hijos/as aquí os dejo dos que a mi me llamaron la atención:
- Pablo: Carlos Ándres, ¿Dónde has ido este verano?
- Carlos Ándres: A Córdoba.
- Natanael: ¿y hiciste la voltereta?
*Nota: Lolo, el padre de Natanael, me aclara que Córdoba es una pirueta que se realiza en un videojuego de motos...
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Hiba: ¡Quiero caracoles!.
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